martes, 26 de abril de 2016

El Edén de Apolo y Dafne



El Edén de Apolo y Dafne



Apolo por vencido no se daba, pues a los dioses cada noche acudía para volver a ver a su amada. 
Mas respuestas él no recibía, Zeus se cansó de sus plegarias y una misión le encomendó: baja al mismísimo Inframundo, derrota a la criatura de tres cabezas, conocido como Cerbero, guardián del Tártaro, deja escapar las almas muertas, allí encontrarás el cuerpo de tu amada. 
Apolo en su carro alado montó y dirígese al Inframundo a realizar su cometido. 
Cerbero era la criatura más peligrosa de aquel averno. 
-Ábranse las puertas
-gritó Apolo.
Cerbero enfadado acudió a las puertas, 
-¿Qué buscas en estas tierras, Apolo, dios de la divina distancia? 
-Un alma he venido a buscar.
Cerbero avisó a Hades, dios del Inframundo.
-El dios del inframundo pide 10 años a su servicio por cada alma.
10.000 años perduró la encomienda de Apolo, mas cuando volvió a la búsqueda de su amada,no encontró un árbol, sino un enorme jardín lleno de árboles.
Apolo, asombrado por esta belleza, llamó a esto el Edén, 
mas tantos árboles había, que a su amada no encontraba entre tanta maleza.
 -¡Oh! Maldígame, padre Zeus del Olimpo, si no puedo estar con mi musa. Acuda a Peneo para que me convierta en laurel y junto a sus brazos en este edén poder crecer.

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