En una mañana, a un niño rubio conocía, al que como amor
platónico tomé y toda mi riqueza ofrecía.
platónico tomé y toda mi riqueza ofrecía.
Yo todo le daba, pero poco recibía
y aprovechando mi muestra,
toda mi riqueza acogía.
y aprovechando mi muestra,
toda mi riqueza acogía.
¡ Pobre niño rubio que no sabía
que aprovechándose de mi entrega sin ser correspondida,
él acabaría sin nada y yo rica de por vida!
que aprovechándose de mi entrega sin ser correspondida,
él acabaría sin nada y yo rica de por vida!
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